Sobre la caza del lobo el gobierno
actual de España mantiene el plan de impedir cazar lobos a
pesar de que cuatro comunidades mantienen lo contrario.
Estas comunidades son: Galicia,
Asturias, Cantabria y Castilla-León.
Argumento de las comunidades:
se trata de la ruina del sector ganadero.
Pretensiones del gobierno:
El Gobierno mantiene el plan para ampliar la
protección legal del lobo e impedir la caza generalizada
La Coordinadora de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha
asegurado estos días que, cada año, las manadas matan "más de 15.000
cabezas de ganado en España". Y acusan a la vicepresidenta de
Transición Ecológica, Teresa Ribera, de querer "expulsar a la
ganadería extensiva de su hábitat natural" por motivos
"ideológicos".
Por la contra el gobierno habla de 5000 cabezas, un tercio del dato
anterior.
Veamos esos datos por comunidades:
GALICIA
En Galicia,
las cabezas de ganado muertas por ataques atribuidos a los lobos el
año pasado fueron 2.310, es decir, menos que en 2019 (2.323), según
ha informado la Xunta. Sí fue un número superior a 2018, que contó
2.200 bajas, pero
también menor que en 2017 –con 2.379–. En todos estos cursos no
influyó la caza de lobos puesto que no hubo ninguna. Allí llevan
siete años sin abatir un lobo a pesar de que, cada temporada, lo
intentan. Se han montado 28 partidas de caza, pero no se ha podido
matar ningún ejemplar, según los datos de la Xunta.
El Gobierno de Nuñez Feijóo asegura ahora que,
durante 2020, los lobos mataron 667 vacas (sin distinguir tipos) de
una cabaña de más de 900.000. Además, perecieron 1.045 ovejas de una
cabaña de 190.000 cabezas y 308 cabras de 46.000.
La Xunta afirma que en 2020 abonó 646.000 euros para
compensar daños. Es más de lo que presupuesta para la prevención de
ataques cuyas ayudas para este ejercicio suman 480.000 euros (y es
un 37% más de lo que se destinaba hasta 2020).
Outras fontes cambia a cousa:
ASTURIAS
Asturias no
tiene actualizados los datos, aunque han añadido su cálculo de 2019
–2.977 reses– al recuento para completar el alegato de estas cuatro
comunidades autónomas contra los planes de Transición Ecológica y la
decisión de la Comisión Nacional de Biodiversidad. En 2019, la
cabaña bovina asturianas era de 396.000 cabezas, 39.000 cabras y
59.000 ovejas.
CANTABRIA
En Cantabria,
el Gobierno regional decidió asumir en 2019 el abono de las
compensaciones por daños de fauna silvestre en toda la región. Hasta
entonces solo lo hacía de las producidas en terrenos cinegéticos de
su propiedad. Desde entonces, cualquier ataque acreditado se traduce
en gasto para las arcas del Ejecutivo de Miguel Ángel Revilla.
Este febrero, acaba de informar, a rebufo de la
polémica con la decisión de ampliar la protección del lobo, que el
año pasado las manadas cazaron 1.518 cabezas de ganado. Tampoco
concreta el tipo de animal. En esa comunidad autónoma hay más de
277.000 ejemplares de bovino (vacas, toros, terneros…), 41.000
ovejas y 21.000 cabras. El año pasado el Ejecutivo pagó, asegura,
418.000 euros. Casi 200.000 menos que en 2019. En esta comunidad se
cazan alrededor de una decena de lobos cada temporada.
CASTILLA Y LEÖN
En Castilla
y León,
la Junta asegura que en 2020 se mataron 3.685 animales y calcula 1,2
millones de indemnización. Ávila acaparó, según subraya el Ejecutivo
castellano y leonés, casi la mitad: 1.594 animales en la provincia
peor parada. Tampoco ha ofrecido, de momento, la distribución por
especies o tipo de explotación. Solo en esa provincia, siguiendo la
misma línea agregada aplicada por la Junta, hay 242.000 cabezas de
ganado bovino, 160.000 ovejas y 69.000 cabras: un total de más de
471.000 animales.
Así están las cosas actualmente.
En todo este asunto de la gestión del lobo y sus
implicaciones con la ganadería el foco tiende a fijarse en la
posibilidad de cazar lobos para que no depreden sobre la cabaña. Sin
embargo, pasa desapercibido que en 2015, estando el Partido Popular
en el Gobierno y con mayoría absoluta en el Congreso, se llevó a
cabo una modificación de la ley de Biodiversidad por la que las
administraciones no son responsables de los daños ocasionados por la
fauna silvestre. La propia Junta de Castilla y León lo recuerda en
sus memorias del Plan de Gestión del Lobo, aunque las comunidades
autónomas pueden establecer "pagos compensatorios". En 2019, la
Unión Europea cambió su normativa para que los estados puedan, si lo
establecen, compensar el 100% de los daños y de las medidas de
prevención que conlleve la existencia del lobo. Estas partidas
pueden sufragarse, además, a cuenta de los fondos europeos, si las
solicitan las administraciones implicadas, en este caso, las
comunidades autónomas.
Es copia del trabajo citado de Diario.es.
El lobo en la picota. Sin duda. Veremos en que remata el tema.
De momento en algunos lugares hay gente que actua por su cuenta y
esto no debe permitirse.
Ampliar datos en este link.